Sorprendidos, ilusionados, reflexivos, emocionados, cautos, exaltados, vivos…
son adjetivos que describen el estado de los diferentes miembros de Sintiendo el Sur ante estos día de movilización ciudadana en torno a una plaza (que se multiplica espacialmente) y a una indignación espontánea, diversa, compartida, pacífica ante lo que muchos entendemos como un sistema económico, político, social y ético enfermo. Es destacable el mensaje claro y dirigido a los partidos mayoritarios de que así ya no vale y que buena parte de nosotros no nos sentimos ya representado por ellos (aunque copen los debates, los minutos de televisión, los argumentos vacíos, los carteles, los repartos de insultos y desgraciadamente también los casos de corrupción).
Desde Sintiendo el Sur nos emociona la toma de conciencia por parte de una juventud (amplia en el rango de edades), que conformamos, y que permanecía anestesiada, pasiva y conformista. Valores que se están viendo en las diferentes plazas como el compartir, el debatir, el reflexionar con visión colectiva, el intentar construir propuestas integradoras, el preocuparse por los problemas estructurales, el permitirse soñar, el querer ser protagonistas de nuestro futuro… son oxígeno de esperanza para nuestra sociedad, nuestro país y nuestro mundo.
La construcción de un mundo mejor, viable en el tiempo (porque el de ahora no lo es) y más justo pasa por esta toma de conciencia, pasa por asumir nuestra responsabilidad ciudadana para construir desde la Democracia activa una sociedad más humana, más ética y menos mercantilista, cortoplacista y superficial.
El camino será largo, muchos estamos despertando de una larga siesta. No queremos dejar de valorar en estos momentos a todos aquellos que durante este tiempo se han entregado con vocación, convencimiento y generosidad (sin demasiado reconocimiento y valoración social) a la tarea de construir una sociedad mejor (ya sea desde la denuncia, desde el testimonio vital y profesional o desde la acción política directa).
Mucho de lo construido es bueno, pero grandes reformas y reconstrucciones son necesarias, y la participación ciudadana y su representación política efectiva una de las principales. Van a hacer falta buenas dosis de honestidad, constancia, reflexión, generosidad y gratuidad.
Con esperanza, con un cierto brillo especial en los ojos, nos hermanamos con los congregados en las distintas plazas y hacemos un llamamiento al voto crítico, éticamente responsable y libre en las elecciones del día 22; y sobre todo... a seguir construyendo y transformando más allá de unas intensas y emocionantes noches primaverales; buscando el bien común.
Paz y bien.
Sintiendo el Sur.